Lugares onde andei: Puerto Varas / Lugares donde estuve: Puerto Varas

Como eu já havia comentado no post do último sábado, esse fim de semana eu fui para Puerto Varas, com o Pedro e mais quatro amigos.

Bem, Puerto Varas é uma cidade que está localizada 1000km ao sul de Santiago e, por isso 500km ao sul da minha casa! Todos os anos, no primeiro sábado de fevereiro, a cidade, que é de colonização alemã, realiza o Dia do Kuchen (uma espécie de torta alemã, que pode ser de nozes, framboesas, maça, limão, etc). Foi por esse motivo que resolvemos passar por lá, apesar de que já havíamos estado nessa mesma cidade no ano passado (porém, no inverno).

Saímos as 8h da manhã de sábado, em dois carros e chegamos em Puerto Varas, cerca de 5 horas depois. Eu queria muito almoçar em um restaurante super recomendado pelo TripAdvisor, mas, como a galera que ia comigo estava morta de fome, não tiveram muita paciência de procurar, e paramos em um restaurante no caminho em direção a cabana onde ficaríamos hospedados.

O restaurante se chama Bravo Cabrera Restaurant Cantina. O ambiente é acolhedor, e a localização é ótima, na Av. Vicente Perez Rosales, 1071, justamente na avenida costaneira que vai contornando o Lago LLanquihue. Por isso, a vista de lá é bem bonita.

Eu escolhi o brunch, que vem com um drink, no meu caso um KirRoyal, como prato principal umas empanadas de frango, acompanhadas com creme de milho e queijo fundido, um suco de framboesa, e um brownie com sorvete de sobremesa. Tudo isso a $9.900, ou R$ 35,00.

O Pedro escolheu um sanduíche… que desculpe, não anotei o nome, muito menos o preço, mas estava bem apresentado.

Agora, tenho que dizer: o serviço foi péssimo!!!! Super complicado para anotar os pedidos de seis pessoas, a bebida chegou só depois das entradas, demoraram mais de meia hora para trazer o meu brownie que, diga-se, não foi feito na hora para justificar a demora… por tudo isso, não recomendaria esse restaurante. Com certeza existem opções muito mais bacanas em Puerto Varas, que um dia eu quero conhecer.

Depois do almoço fomos para nosso hotel, ou melhor, nossa cabana, que fica no caminho Ensenada, cerca de 20km do centro de Puerto Varas, chama-se Cabañas Puerto Varas. O lugar é incrível!!!! Lindo, limpo, novo, aconchegante. E o melhor de tudo, é que está na beira do lago, com vista para o vulcão Osorno, ou seja, perfeito.

Ficamos em uma cabana para seis pessoas, que custa $85.000 (R$300,00) a diária.

Tivemos tempo deixar as coisas e voltar para o centro da cidade, onde a festa ia começar. Funciona assim: a prefeitura fecha uma parte da rua central e coloca uma mesa gigante, acredito que tinha uns 30 metros, onde os kuchens estão dispostos. Essa mesa é cercada.

Você compra um ticket por $1000 (R$3,50) que te dá direito a um pedaço de kichen. Chega perto da cerca, aponta o kuchen, ou diz o sabor que quer, e uma pessoa te traz numa bandeijinha com garfinho de plástico.

Os kuchens são super saborosos, mas ninguém que estava comigo gostou do esquema. Você não consegue ver as tortas de perto para escolher, quase não há mesinhas disponíveis para sentar, e você não fica sabendo quem fez (padaria, confeitaria, etc) o seu kuchen preferido, para depois poder comprá-los em outras oportunidades, ou visitas à cidade.

Depois de comer, demos uma volta pelo centro, e voltamos para a cabana, para um churrasquinho!!! Masssss, já havíamos pedido para o dono das cabanas preparar as banheiras aquecidas que ficam na beira do lago, e quando chegamos, elas estavam fervendo!!! Prontinhas e com um por do sol incrível de paisagem, iluminando o vulcão Osorno de uma forma espetacular.

Detalhe: as banheiras podem ser usadas até a meia noite, e o Pedro teve que ser expulso de lá.

No domingo fizemos um passeio pelo Salto do Rio Petrohue, que fica no Parque Nacional Vicente Perez Rosales. A cor da água nesse lugar é de um azul turquesa, que eu nunca vi em outros lugares. A entrada custa $1200 por pessoa (R$4,20) e crianças não pagam.

Depois disso, caminho de casa, porque segunda-feira a galera tem que trabalhar, eu tenho que escrever o blog e já ficamos com vontade de pensar no próximo passeio.
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Yo ya había comentado en el post el sábado pasado, que este fin de semana fui a Puerto Varas, con Pedro y cuatro amigos.

Bueno, Puerto Varas es una ciudad que se encuentra 1.000 kilometros al sur de Santiago, o 500km al sur de mi casa! Cada año, en el primer sábado de febrero, la ciudad, que es de colonización alemana, celebra el día del Kuchen (un tipo de torta alemana, que pueden ser hechas con nuezes, frambuesas, manzana, limón, etc.) Es por eso que ir allá, a pesar de que habíamos estado en esa misma ciudad el año pasado (pero en el invierno).

Salimos el sábado por la mañana en dos coches y llegamos a Puerto Varas, cerca de 5 horas más tarde. Tenía muchas ganas de almorzar en un restaurante recomendado por TripAdvisor, pero como los chicos que fueron conmigo estaban hambriento, tenían poca paciencia para buscar, y nos detuvimos en un restaurante en el camino hacia la cabaña donde nos quedaríamos.

El restaurante se llama Bravo Cabrera Restaurant Cantina. El ambiente es acogedor y la ubicación es estupenda, en la Avenida Vicente Pérez Rosales, 1071, justo en la costanera que bordea el lago Llanquihue. Por lo tanto, la vista desde allí es muy bonita.

Yo elegí el brunch, que viene con un drink, en mi caso un KirRoyal, como plato principal que fue unas empanaditas de pollo com choclo a la crema y queso fundido, un jugo de frambuesa y un brownie con helado de postre. Todo esto a 9.900 pesos, o R$ 35,00.

Pedro eligió un sándwich ... lo siento, no sé el nombre, y mucho menos el precio, pero estaba muy bien presentada.

Ahora, debo decir que el servicio era terrible! Súper difícil de tomar los pedidos de seis personas, la bebida llegaron sólo después de las entradas, tardó más de media hora para traer a mi brownie que, de paso, no era casero para justificar el retraso ... por todo lo que, no lo recomendaría este restaurante. Seguro que hay más opciones interesantes en Puerto Varas, un día que quiero saber.

Después del almuerzo nos fuimos a nuestro hotel, o mejor dicho, nuestra cabaña, que se encuentra en el camin Ensenada, a unos 20 km del centro de Puerto Varas, llamada Cabañas Puerto Varas. El lugar es increíble! Bonito, limpio, nuevo, acogedor. Y lo mejor de todo es que está en la orilla del lago, con vistas al volcán Osorno, es decir, perfecto.

Nos alojamos en una cabaña para seis personas, que cuesta $ 85,000 (unos R$ 300,00) por día.

Tuvimos el tiempo de dejar nuestras cosas y volvimos de nuevo al centro de la ciudad, donde iba a comenzar “El día del Kuchen”. Funciona así: la municipalidad cierra una parte central de la calle principal y poner una mesa gigante, creo que era de unos 30 metros, donde están dispuestos kuchenes. Alrededor de la mesa se pone una reja.

Usted compra un billete de $ 1000 (R$ 3,50) que le da derecho a un pedazo de Kuchen. Vá junto a la cerca, muestra el kuchen, o dicen que el sabor que usted desea, y alguien le trae su trozo en una bandejita con un tenedor de plástico.

Los kuchenes son súper sabrosos, pero nadie que estaba conmigo le gustó la forma dela fiesta. Usted no puede ver los pasteles para elegir, casi no hay mesas disponibles, y no se sabe quién hizo (panadería, confitería, etc) su kuchen favorito, entonces no puedes comprarlos en otros momentos, o en otras visitas la ciudad.

Después de comer, recoremos el centro, y regresamos a la cabaña para hacer un asado! Perooooo, habíamos pedido para el dueño de las cabañas preparar a las tinas calientes que se encuentran en la orilla del lago, y cuando llegamos, estaban hirviendo! Todo listo y con un paisaje increíble, puesta de sol que ilumina el volcán Osorno de manera espectacular.

Detalles: las tinas pueden ser utilizadas hasta la medianoche, y Pedro tuvo que ser expulsado de allá.

El domingo hicimos un recorrido por el Salto del Río Petrohué, que esta ubicado no Parque Nacional Vicente Perez Rosales. El color del agua en este lugar es de un azul turquesa, nunca he visto en otros lugares. La entrada cuesta $ 1200 por persona (R$ 4,20) y los niños no pagan.

Después de eso, el camino a casa, porque el lunes los chicos tienen que trabajar, tengo que escribir en el blog y ahora estamos pensando en el próximo viaje.